En Boquitas pintadas cada capítulo comienza con un
verso de canciones de Alfredo Le Pera, quien componía tangos para Carlos
Gardel, la letra coincide con las etapas de la
trama.
yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos.. El elemento del tango quizás transporta el sentido de lo trágico, de lo pasional. Además de a las letras de música, la novela cuenta con diálogos directos,
cartas, diarios íntimos con sueños o rezos, expedientes de
médicos y policiales, toda la histórica se cuenta a través de estos elementos, tipo collage. Un estilo poco académico y muy de folletin popular, lo que por "experimental" - hoy se dice queer- fue rechazada por muchos en su época. Me gusta
mucho porque es fresco, a veces divertido, porque incluye por ejemplo, textos llenos de faltas
de ortografía, pensamientos de personajes que contradicen
a los diálogos de los mismos.
La novela, situada en el pueblito Coronel Vallejos Provincia de Buenos Aires, entre 1934 y 1968, cuenta la historia del muchacho Juan Carlos Etchepare, macho guapetón
y sus vínculos con las mujeres: Nené, una muchacha sumisa, cumpliendo con su rol de madre y esposa; Mabel, una chica viva que es tan infiel como lo es Juan Carlos y que sobretodo le interesa el estatus económico; entre otras. También hay historias entre la hermana de Juan Carlos, Celina y Raba la negra sirvienta a la que le dan siempre lo peor siendo oprimida socialmente.
Cuando Juan Carlos, el estereotipo patriarcal, debe internarse en Córdoba por su tuberculosis, comienzan a rodar por la calesita las relaciones reales, deseadas y emociones entre muchachas y muchachos del pueblo, donde ninguno puede vivir como desea debido a la rigidez del" orden" social tradicional. Las convenciones y la apariencia de la vida de 'como se debe' se mantienen llenando las personas inevitablemente de envidia y hipocresía.
Cuando Juan Carlos, el estereotipo patriarcal, debe internarse en Córdoba por su tuberculosis, comienzan a rodar por la calesita las relaciones reales, deseadas y emociones entre muchachas y muchachos del pueblo, donde ninguno puede vivir como desea debido a la rigidez del" orden" social tradicional. Las convenciones y la apariencia de la vida de 'como se debe' se mantienen llenando las personas inevitablemente de envidia y hipocresía.
Fue la segunda novela que leí de Manuel Puig y las dos tenían en común
esa mirada crítica hacia la social de la sociedad argentina. En sus textos Puig saca a la luz normas y valores, jerarquías y discriminaciones de las que tal vez haya sufrido él mismo. Con su voz realista, Puig retrata a la pequeña
burguesía como un grupo social que no quiere pensar en causas o efectos de su constante discriminar a base el sexo y el color.
La novela me gustó y la recomiendo, pero en mi opinión no llega a la calidad de 'beso de la mujer araña'.
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