Clásico de clásicos y uno de los pocos libros uruguayos que he leido. Primero me gustó muchísimo por el lenguaje poético de su prosa y
su imaginación, pero cada vez más me iba pareciendo opaco, oscuro y
sobretodo complejo por demás, el último tercio me fue casi imposible de leer, demoré meses en terminarlo.
La historia es esta: El protagonista, José María Brausen, está cansado de su vida tanto de su profesión de publicista, como en la vida privada. No ama a su mujer a la que poco antes le han amputado un pecho, la desprecia y verla sufrir lo hace sufrir igual.
Cuando encima lo despiden de su trabajo, se larga con la idea de escribir un guión cinematográfico y va creando a los personajes del doctor Díaz Grey, residente de Santa
María, a Elena Sala y a su propio alter ego: Arce, que será el lado malo reprimido en él. Se imagina distintos escenarios y los va modificando, perdiendose en su mundo imaginativo.
Paralelo a esto, Brausen descubre que la nueva vecina es una prostitua y sueña en visitarla, o la visita, pero con su yo inventado: el bravo Arce, que la ama, la golpea y sueña con matarla.
Todo esto se mezcla, en frases interminables, en algun momento tambien aparece el mismo Onetti como personaje marginal, Brausen pasa a transformarse en una figura casi sin vida.
No la recomiendo, pero sigo con ganas de leer algo mas corto de Onetti.
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