Buenísimo! Ya había leído una del autor (La Uruguaya del 2016) y no me había gustado tanto, a pesar de ser entretenida.
De esta se hizo una película con Cecilia Roth como Sabrina Love. No me apetece verla, no me quiero arruinar la impresión.
El protagonista es un chico de provincia, Daniel Montero, 17 años, de Curuguazú, Entre Ríos que gana en un concurso de televisión una noche con la porno-star Sabrina Love. Como no tiene plata para ir a Buenos Aires, se larga de autostop. Por una inundación no circulan camiones, ni ómnibus y se tiene que ir un trazo en balsa. Después, haciendo dedo se confronta con diversos personajes, con obreros, maestras, soldados, con gauchos, con participantes del concurso de la noche con Sabrina Love. Los autos expresan otro mundo adulto, ese que pasa poderoso a pocos metros de Daniel y sin embargo no le da bola. Los autos potencian la violencia y alienación de sus conductores.
El joven Daniel, que desde que terminó el colegio trabaja en un frigorífico de
pollos, se va a la gran ciudad, la Capital donde parece que siempre hay Carnaval (que es la emancipación temporaria de los oprimidos), y donde encuentra más diversidad en opiniones, identidades y posibilidades de lo que esperaba, con facilidad va conociendo estudiantes que tan solo tienen unos años más que él y estudian y toman cuenta de su vida. Hay más realidad, simultaneidad y violencia en la ciudad, pero al mismo tiempo también más espectáculo, divergencia y virtualidad (TV, shows, disfraces) de lo que esperaba. Como los espejos y puertas de vidrio del hotelucho transitório.
(Me puse babosa de recuerdos, del colectivo 60, de los paseadores de perros en Recoleta, de los cables enredados, de los vendedores ambulantes, será que me impactó porque fui a Buenos
Aires a la misma edad, también vine del campo y de alguna manera también
me inicié ahí? Pero esto son cosas mías. Tengo que volver, porque nunca
fui a un telo, cosa que es una falta de experiencia importante, creo. Pero esto no tiene nada a ver.). El libro sugiere que de alguna manera son muy conectadas la iniciación al mundo adulto, a la mayoria de edad y la iniciación intelectual-cultural en la Capital del país. Como Daniel, que antes de que viniera a Buenos Aires por primera vez, no era ni bien adulto, ni bien "argentino", se pasaba el tiempo entre su trabajo, la fabrica de carne y la televisión.
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