En la despedida de un amigo que se fue a vivir a Brasil (que loco,
no? con Temer ahí y todo) y en vez de darle un regalo, como debía ser, fue él que nos llenó de libros.
Comienzo "O meu irmão" de Afonso Reis Cabral, que recuerdo haber visto
en la feria del libro el año pasado y no puedo creer que el autor nació
en el 1990! Y es amigo de un colega de facultad nuestra (por este grado de relación, debo conocer mitad del país, todos son amigos de colegas), se siente raro saber que gente de mi edad escribe (esto lo publicó a los 23 años - y yo que hice de mi vida)? En un principio, no me quería quedar con el libro, leí el texto de la contratapa y pensé -- mmh, historia de la relación de dos hermanos, uno con deficiencia,.. - no es para mi. Después chusmeé la primera página y me cautivó, así de rápido. Como pueden los de la editorial leya darle una portada tan, pero tan fea que espanta más que atrae? La foto no tiene nada a ver, la narración se sitúa en un pueblito en la sierra, a las orillas de un río con todo verde alrededor.
Esta novela me llenó de amor, durante semanas dormía abrazada a el en mi cama, me reconforta mucho saber que hay escritores que se preocupan con estos temas, con estas formas. Quiero decir si bien el tema del amor entre padres e hijos y entre hermanos es un tema muy común en la literatura, en este sentido se trata de una novela "clásica", además me parece un punto de vista original, bien trabajado. Y la última frase de la novela resume todo, me encantó, es un placer de lectura.
Por el estilo de algunas descripciones me parecía que el autor se pasó tres años tallando y limando cada frase, sacándoles el brillo a las metáforas y a las palabras bien elegidas y puestos en orden, aún así el resultado es leve y coloquial. De buen ritmo, nada artificial, como si las frases le salieran así siempre que abre la boca. Según las entrevistas que dio, no es un libro autobiográfico, los personajes son inventados, pero el tema es en algún grado inspirado en la vida del autor que tiene un hermano con este tipo de discapacidad.
Por el estilo de algunas descripciones me parecía que el autor se pasó tres años tallando y limando cada frase, sacándoles el brillo a las metáforas y a las palabras bien elegidas y puestos en orden, aún así el resultado es leve y coloquial. De buen ritmo, nada artificial, como si las frases le salieran así siempre que abre la boca. Según las entrevistas que dio, no es un libro autobiográfico, los personajes son inventados, pero el tema es en algún grado inspirado en la vida del autor que tiene un hermano con este tipo de discapacidad.
La mayor parte de la acción se pasa en el Tojal, un pueblito casi abandonado, en el interior de Portugal, en invierno. Los hermanos, el narrador y el Miguel se criaron ahí junto a los padres y más tres hermanas mayores y heredaran la casa. Ahora, con los padres muertos y la mayor parte de la vida vivida, vuelven con el objetivo de retirarse un poco, pensar en si mismos, matar saudades, re-orientarse, o, tal vez por falta de un plan mejor. En el Tojal solo quedaron un par de viejitos que continúan a entregarse a la tierra a través de la azada y las manos con las que esparcen el abono.
Los capítulos van alternando entre el pasado, en la ciudad de Porto y el presente o las ruinas que restan de el, en el campo. El narrador es un hombre de las letras que sin saber bien porque se alejó de su familia, es un escritor no practicante, investigador del verbete y profesor universitario, amargado, divorciado. El hermano, Miguel, de la misma edad, tiene el síndrome de Down, por eso la gente lo trata ora como un niño, ora como un enfermo. Miguel es la única persona realmente capaz de amar, lo que provoca envidia y frustración en los otros que no paran de compararse con él y competir por el amor de los padres y todos los otros. Este amor específico, que suele establecerse entre padres e hijos y su composición varía entre afecto, responsabilidad y posesión. En el pueblito viven todavía la señora Olinda, el marido siempre con la gorra de Santa Casa y su hijo Quim, ya viejito también, el único que sabe manejar el tractor.
La novela se constituye del retrato de personajes del campo y otras de ciudad y de sus memorias familiares. La contraposición de tres hijos, cada un solitario y fracasado, maltratado a su manera. Un retrato de la condición humana como oscilando entre el letrado el que se construye su verbete, su discurso y su sentido de todas sus acciones y omisiones y el otro que vive porque es, porque respira y tiene mucho ayer (pero no disciplina la memoria) pero no tanta mañana ni tanta muerte pesándole en la cabeza. Entre feliz y oprimido y infeliz e oprimir (125).
Es una historia triste contada con humor y perspicacia. Es una pena que no conozca bien el Porto porque me hubiese encantado seguirle la ruta a los personajes. Me sorprendió - si ya los 300 y pocos páginas daban una novela muy buena muy acabada y bien construida, el autor todavía logró encajarle un giro inesperado y un final que creo que podría clasificar como dostoievskiano (aunque aún no he leído sus grandes obras) y que sin embargo encaja con el resto de la historia porque está muy bien construida.
Hay
algunas pistas, como: "Dizem que os sinapses do cérebro criam vicios,
afundam os caminhos por onde as enviamos. Não é tanto uma questão de
realidade, mas de insistência numa determinada realidade" (159).Es una historia triste contada con humor y perspicacia. Es una pena que no conozca bien el Porto porque me hubiese encantado seguirle la ruta a los personajes. Me sorprendió - si ya los 300 y pocos páginas daban una novela muy buena muy acabada y bien construida, el autor todavía logró encajarle un giro inesperado y un final que creo que podría clasificar como dostoievskiano (aunque aún no he leído sus grandes obras) y que sin embargo encaja con el resto de la historia porque está muy bien construida.
No voy a revelar más para no spoilear.
Que escriba más, estoy esperando.
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