Hace unos buenos 20 años atrás, este libro me fue presentado como lectura de verano por una compañera de clase mía, en la escuela. Hace unos 5 años lo vi en Internet, me acordé y lo compré en un impulso cualquier. Desde entonces está ahí en mi estante de libros por leer y de vez en cuando lo miraba y me preguntaba, porque rayos compré yo un libro infantil o "juvenil". Pero bueno, yo soy joven, y Hoyos me gustó bastante. Tiene una parte de aventura, amistad y busqueda de tesoro que me evocan los libros que leía cuando era joven. Los libros para jovenes suelen aburrir menos que los para grandes, ir directo al grano, y los personajes suelen ser bien caracterizadas.
La historia de Hoyos sigue al muchacho Stanley Yelnats que es acusado de haber robado y puede eligir entre la prisión o el Campo Green Lake en un desierto en Texas donde hay serpientes y lagartos venenosos. Ahí los jovenes son obligados a cavar hoyos bajo el sol y con poca agua para mejorar su caracter y moral. Es acusado haber robado unos zapatos usados que encontró en la calle y las quiso llevar a su padre que intenta inventar una manera a reciclarlas. Green Lake representa la vida adulta: laburar sin aparente sentido, en condiciones ásperas y poco justas. La gente tiene que adaptarse a las jerarquias y hacer favores para zafar. Los jovenes se dan cuenta pronto que los controladores solo son malos con ellos porque tienen a su vez una jefa que los trata con violencia y humillación. Ahí Stanley, a que llaman el hombre de cavernas, encuentra amigos, entre ellos uno a que le llaman Zero y enemigos. También hay una historia atrás que es la de la maldición familiar que pesa sobre los Yelnats y que es más divertida. Su tatarabuelo no cumplió con una promesa y su bisabuelo ganó una fortuna y fue robado. Hay también un vendedor de cebollas con un bote y un burro que se llama Mary Lou. Poco a poco las historias se entrelazan.
La historia de Hoyos sigue al muchacho Stanley Yelnats que es acusado de haber robado y puede eligir entre la prisión o el Campo Green Lake en un desierto en Texas donde hay serpientes y lagartos venenosos. Ahí los jovenes son obligados a cavar hoyos bajo el sol y con poca agua para mejorar su caracter y moral. Es acusado haber robado unos zapatos usados que encontró en la calle y las quiso llevar a su padre que intenta inventar una manera a reciclarlas. Green Lake representa la vida adulta: laburar sin aparente sentido, en condiciones ásperas y poco justas. La gente tiene que adaptarse a las jerarquias y hacer favores para zafar. Los jovenes se dan cuenta pronto que los controladores solo son malos con ellos porque tienen a su vez una jefa que los trata con violencia y humillación. Ahí Stanley, a que llaman el hombre de cavernas, encuentra amigos, entre ellos uno a que le llaman Zero y enemigos. También hay una historia atrás que es la de la maldición familiar que pesa sobre los Yelnats y que es más divertida. Su tatarabuelo no cumplió con una promesa y su bisabuelo ganó una fortuna y fue robado. Hay también un vendedor de cebollas con un bote y un burro que se llama Mary Lou. Poco a poco las historias se entrelazan.
Me gustó, es una historia con idea original y contado de manera divertida divertida y con suspense.
Pero lamentablemente el ultimo capitulo estraga todo, reconstitye lo bueno en el mundo con un abogado heróico y todos se llenan de dinero y son felizes bien a lo americano. El autor ganó el National Book Award en Estados Unidos con esta novela y vendió los derechos a Disney.
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