No sabía de la existencia de Thomas Meinecke hasta que una página web que vende libros me sugirió el autor. Llegué a la conclusión que éste es un libro que me hubiera encantado leer a los veinte y pocos, pero aún con más edad y como lectora ahora más exigente me gustó. Con un abordaje a la temática del género/sexo que visa desconstruir los esencialismos y binarismos desde el punto de vista de un grupo de estudiantes y profesores en Heidelberg, y que incluye además mucha información sobre música y películas populares de los 90, la novela hace equilibrio entre lo divertido/lo pop y lo académico. De algunos eventos mencionados y del programa de televisión de esa altura me acuerdo vivamente (por ejemplo la exposición Koerperwelten (a la que mi madre no me dejó ir).
Los debates políticos/culturales/discursivos de la izquierda alemana (sobre la RAF, sobre la transición de la IG Farben de los Nazis a la fábrica de sintéticos de BASF) y demás referencias a asuntos alemanes (mitología germánica, a herencia de los Nazis y no solo, también nos enteramos de de feministas, de psicoanalistas,..) y alemán-estadounidense.) incluidas como al pasar, como telón de fondo, me resultaron de mucho valor educativo/informativo, sin ser pesado, aunque muchas cosas no leía por primera vez. A otra gente estas informaciones pueden resultar muy superficiales, mucho mencionado, asociado, pero nada trabajado. Además de enteré de un montón de cosas sobre la región (que siempre me parecía un poco elitista-cheta) de la que nada sabía, los bosques de Odenwald al sur de Frankfurt con sus ruínas de castillos en piedra roja y sus historias, que debe ser hermoso en la primavera.
En cambio lo académico que se envuelve con los gender studies sí es bien trabajado, no sé si a profundidad, pero en cantidad de cosas que toma en cuenta cubre un gran terreno. En un momento sentí que mis conocimientos de Freud y Lacan y de Butler (que estudió en Heidelberg), Zizek y Haraway etc. son miserables. Probablemente ahí la novela merece más atención de lo que la pude dar. Pero la novela lamentablemente carece de una narrativa que conecte las cosas, los asuntos que los personajes estudian - siempre se les ocurre una cuestión que tienen que apuntar cuando están en medio de otras cosas - son una gran cantidad de datos que se le tiran al lector y así se le dificultan un poco la cosa.
La protagonista es Vivian Atkinson, medio US-americana, medio alemana. Los amigos son Frauke de Travemuende, la "tomboy", hija de soldado, Vivian, de Ohio-Mannheim, Otto de Offenbach, Korinna la tenista, hija de juez, embarazada, Angela Guida/o y Ilse profesoras y el jovencito Hans que adora a Vivian y lucha para poder asumir su heterosexualidad sin culpa. Ellos se pasan la vida escuchando discos de vinilo (Sleater-Kinney), leyendo revistas de mujeres de pacotilla y discutiendo si su amor será de carácter heterosexual forzado o homosexual si uno de los dos se trasviste, pero que nunca iba renunciar a su pene, que seria? Cuestiones como si la homosexualidad no es tradicionalmente más metido en lo binario que la heterosexualidad, o si el sexismo se puede volver contra uno mismo o solamente de manera despectiva contra un otro, les roban el sueño. Interrogan todo. Se interesan también por las vidas íntimas del propio Freud, de Nietsche y de Wagner. Además teorizan sobre tener/ser/parecer y sobre la envidia del pene y la envidia de parir. Y si un dildo es un phallus o un pene, parodia o castración? O miran por enésima vez la película/el documentario: Paris is burning de Jeanette Livingstone con sus personajes de identidades queer que además sufren el bias de ser afro-americanos. Y como llegó el Bikini Atoll a su nombre?
Me quedé con una lista de nombres para googlear y leer sus textos cuando tenga tiempo, Drucilla Cornell sobre publicidade e pornografia, por ejemplo, o Barbara Duden, Barbara Vinken sobre pornografía lacaniana, Otto Weininger, Lou Andreas-Salomés, Monique Wittig con Les corps lesbien, Richard Ekin con Male femaling, Luce Irigaray, Daniel Boyarin o Ernst Bloch.
Usa muchas descripciones de la ropa de los protagonistas, me aburre. Pero usa también frases deliciosas, muchas veces con aliteraciónes, como por ejemplo: "War Vivians Vulva ein materiell-semiotischer Erzeugungsknoten?" y yo soy una lectora que valoriza mucho las frases subrayables. Hay muchas palabras y frases que me parecieron elecciones raras, curiosas, pero que probablemente no valen la pena intentar traducir (por ejemplo: "kulturlinke Bastardophilie" es tratar de manera constructivamente descanonizada con híbridos, "Homoeovestismus" seria el disfrazar de la mujer como mujer, o cuando usa el genitivo, cosa que en el alemán hablado poca gente joven hace, usa muchas metáforas y comparaciones, la computadora, por ejemplo, es un libro bajo corriente eléctrica; la moto, una silla de fuego).
Recomendado para los que les gusta introducirse en los gender studies de manera un poco ingenua y otro poco freak. No creo que entre en el rango de mis novelas favoritos, pero el autor logra un estilo muy personal y no es demasiado difícil de leer. La falla mayor que le veo es la falta de narrativa y la repetividad, y bueno, quizás que la única escena de sexo dura dos lineas y no es propiamente especial.
Usa muchas descripciones de la ropa de los protagonistas, me aburre. Pero usa también frases deliciosas, muchas veces con aliteraciónes, como por ejemplo: "War Vivians Vulva ein materiell-semiotischer Erzeugungsknoten?" y yo soy una lectora que valoriza mucho las frases subrayables. Hay muchas palabras y frases que me parecieron elecciones raras, curiosas, pero que probablemente no valen la pena intentar traducir (por ejemplo: "kulturlinke Bastardophilie" es tratar de manera constructivamente descanonizada con híbridos, "Homoeovestismus" seria el disfrazar de la mujer como mujer, o cuando usa el genitivo, cosa que en el alemán hablado poca gente joven hace, usa muchas metáforas y comparaciones, la computadora, por ejemplo, es un libro bajo corriente eléctrica; la moto, una silla de fuego).
Recomendado para los que les gusta introducirse en los gender studies de manera un poco ingenua y otro poco freak. No creo que entre en el rango de mis novelas favoritos, pero el autor logra un estilo muy personal y no es demasiado difícil de leer. La falla mayor que le veo es la falta de narrativa y la repetividad, y bueno, quizás que la única escena de sexo dura dos lineas y no es propiamente especial.