25 noviembre, 2014

António Lobo Antunes - Tratado de las pasiones del alma (1990)



Comprado al azar, en un puestito de libros usados a 1eur, en Alemania, porque quería leer algún autor portugués, y además de ésta novela ahí solo había novelas muy palomiteras- románticas o de vampiros, me encontré con esta joya.

Con este libro, me pasó algo especial, lo tenía en la mano, acabé de leer las primeras cien páginas, pasaba por lugares de Lisboa que justo fueron mencionados en la novela. Cuando estaba pasando en tren por Benfica, en el libro se habla de Benfica, camino a Sintra leí sobre los personajes yendo a Sintra, hasta pasé por los bomberos voluntarios de Graça y por la Avenida Almirante Reis, en el mismo momento que se habla de estos lugares, libro en la mano. Me encanta leer un libro situado en el mismo lugar que yo, pero esto acertaba tanto que casi daba miedo.

El libro se trata de testimonios, conversaciones y acciones de un grupo de terroristas de izquierda (Atunes, el artista, un cura, un estudiante y un banquero) y el Juez, que conoce a uno de ellos desde la infancia, siendo el Juez hijo del empleado del padre del terrorista.

Mezcla distintos planos temporales y psicológicos, desde los recuerdos de la infancia de cada uno de ellos (y sus esposas) hasta la realidad contemporánea, sin que se sepa quien es quien y que es verdad, plan, recuerdo o solo deseo. El lector tiene que combinar los datos a partir de los pedazos de conversación, y no es fácil, es bastante confuso. Sigue siendo fácil de leer, porque repite mucho. Algunas cosas repite tanto hasta cansar al lector, cigueñas de mierda, pero claro, es un medio de estilo que representa el estado mental del detenido y del Juez de Instrucción .

Además de ser un retrato de Portugal y de Lisboa de hace unos años atrás, tiene una trama casi policial que atrapa al lector, no se sabe quien es el quien engaña al otro, si el terrorista se confesó al juez o si ya fue demasiado tarde y son pensamientos, en una rama narrativa se planifica el atentado al Juez en varios sitios posibles, en el otro se ve quien en realidad era infiltrado de la policía y trataba de sacar informaciones de los demás.

El detenido aparece inicialmente como "el Hombre, pero luego se descubre que el terrorista se llama Antonio y se apellida Antunes, cosa que me divirtió, me cae simpático, Antunes.

Más tarde, sentada en un apartamento en el municipio de Moscavide leyendo, leí que el personaje del libro habla de un apartamento en Moscavide, con lo grande que esta Lisboa, justo acerté estar en estos lares en el mismo orden que aparecen en el libro. (hasta andaba con un loco que tocaba el violin, igual que en el libro y como si fuera poco, vi una cigueña).

Pienso que el autor es un genio si se puede imaginar todo esto, además muestra mucho humor en los detalles y exageraciones de caracteres. Esta muy recomendable! Sin embargo me hubiese gustado saber como el juez y el terrorista, amigos de infancia habian llegado a tener convicciones y vidas tan diferentes como adultos. Se habla tanto de la infancia, pero nada de adolescencia y del presente.
Me enteré de que Tratado de las pasiones del alma es el primer libro de una triología, así que ya sé que me voy a autoregalar para las navidades: El orden natural de las cosas y La muerte de Carlos Gardel y quizas intento de leerlos en portugues.

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