Este autor me lo recomendó un buen amigo, agarré, me gustó y devoré el libro en pocos días. El tema al que se acerca Las partículas elementales, son generalmente dicho, los efectos de la revolución sexual del 1968 para la sociedad y (algunos de) sus individuos. La novela cuenta la historia alternando entre los dos medio hermanos, Bruno y Michel, los dos nacidos a finales de los años cincuenta. Su madre, Janine, ha sido una hippie superficial quien nunca tuvo ganas de criar hijos, así que les dejaba en internados y abuelos. Esta negligencia y sumando la brutalidad de la escuela a la que iban Bruno y Michel no pasó sin dejar rastros. Ninguno de los dos hermanos se recupera realmente de los acontecimientos en su infancia. De adultos uno se torna científico medio autista, el otro medio obsesionado sexual. Da la impresión de que por tanto, tanto palo que el autor les da a la movida de los hippies, que debe de haber ahí algo de resentimiento personal o alguna amargura guardada. El libro se parece un poco a las novelas recientes del holandés Herman Koch (que me gustan bastante), pero los veo un poquito más complejo, un poquitito más inteligente, con un poco más humor y llenos de escenas de sexo extrañas, tan asqueroso que te quita las ganas por un buen rato. Hacia la mitad de la historia la tensión afloja un poco, las descripciones de la vida de Bruno se amplían demasiado, haciendo de la mitad del libro un porno de muy baja calidad y los párrafos de observaciones sociológicas cesan. Después, hacia el final del libro de vuelta me iba gustando más, pero no llegó a cumplir con a las expectativas que me fuer generando en las primeras páginas. Por lo general me gustan estas novelas que muestran el decaimiento humano y personajes que van de mal en peor y termina todo hecho un desastre, pero a esta novela, a pesar de comenzar muy bien, siento que le falta algo. En el medio el autor mete ideas sobre el individualismo de la modernidad, la moral, la religión, la biología y la libertad. Interesante es también que (según dicen) hay grandes partes autobiográficas, para comenzar el personaje se llama Michel. Me dio la sensación de que Houellebecq quiere explicar toda la decadencia de la moral y los valores con el auge del individualismo y culpar a los 68. En mi opinión ahí falta algo, o no lo entendí bien. Sin embargo me ha gustado mucho y lo recomiendo. Como siempre me gustaría escuchar otros opiniones de lectores. En principio, la idea de contrastar sexualidad sin reproducción con la reproducción sin sexualidad (cosas a las que se dedican los dos hermanos) me gustó. Igualmente, para mí, la trama se quedó un poco deprimente, incapaz de provocar emociones de verdad. El final que se pone ciencia-ficcionezco, cosa que es muy difícil que me disguste, es super malo. Córtenlo em las últimas 10 páginas para salvarse! En resumidas cuentas: el libro al principio me encantó, después entretiene de forma continua, no es ni demasiado elevado, ni demasiado chato, pero quien realmente quiere reflexiones inteligentes sobre la modernidad, o unos personajes detalladamente construidos, quizás no se espere demasiado aqui. (sólo después leí que el autor es acusado de ser racista, neonazi y antiislamista. Intento de separar la impresión que me causó la novela de cosas de la vida real, son cosas que hay que ver bien aparte). "Las partículas elementales" también se hizo la pelicula en Alemania, pero por ahora prefiero no verla y quedarme con esta impresión.
12 diciembre, 2014
Michel Houellebecq - Las partículas elementales (1998)
Este autor me lo recomendó un buen amigo, agarré, me gustó y devoré el libro en pocos días. El tema al que se acerca Las partículas elementales, son generalmente dicho, los efectos de la revolución sexual del 1968 para la sociedad y (algunos de) sus individuos. La novela cuenta la historia alternando entre los dos medio hermanos, Bruno y Michel, los dos nacidos a finales de los años cincuenta. Su madre, Janine, ha sido una hippie superficial quien nunca tuvo ganas de criar hijos, así que les dejaba en internados y abuelos. Esta negligencia y sumando la brutalidad de la escuela a la que iban Bruno y Michel no pasó sin dejar rastros. Ninguno de los dos hermanos se recupera realmente de los acontecimientos en su infancia. De adultos uno se torna científico medio autista, el otro medio obsesionado sexual. Da la impresión de que por tanto, tanto palo que el autor les da a la movida de los hippies, que debe de haber ahí algo de resentimiento personal o alguna amargura guardada. El libro se parece un poco a las novelas recientes del holandés Herman Koch (que me gustan bastante), pero los veo un poquito más complejo, un poquitito más inteligente, con un poco más humor y llenos de escenas de sexo extrañas, tan asqueroso que te quita las ganas por un buen rato. Hacia la mitad de la historia la tensión afloja un poco, las descripciones de la vida de Bruno se amplían demasiado, haciendo de la mitad del libro un porno de muy baja calidad y los párrafos de observaciones sociológicas cesan. Después, hacia el final del libro de vuelta me iba gustando más, pero no llegó a cumplir con a las expectativas que me fuer generando en las primeras páginas. Por lo general me gustan estas novelas que muestran el decaimiento humano y personajes que van de mal en peor y termina todo hecho un desastre, pero a esta novela, a pesar de comenzar muy bien, siento que le falta algo. En el medio el autor mete ideas sobre el individualismo de la modernidad, la moral, la religión, la biología y la libertad. Interesante es también que (según dicen) hay grandes partes autobiográficas, para comenzar el personaje se llama Michel. Me dio la sensación de que Houellebecq quiere explicar toda la decadencia de la moral y los valores con el auge del individualismo y culpar a los 68. En mi opinión ahí falta algo, o no lo entendí bien. Sin embargo me ha gustado mucho y lo recomiendo. Como siempre me gustaría escuchar otros opiniones de lectores. En principio, la idea de contrastar sexualidad sin reproducción con la reproducción sin sexualidad (cosas a las que se dedican los dos hermanos) me gustó. Igualmente, para mí, la trama se quedó un poco deprimente, incapaz de provocar emociones de verdad. El final que se pone ciencia-ficcionezco, cosa que es muy difícil que me disguste, es super malo. Córtenlo em las últimas 10 páginas para salvarse! En resumidas cuentas: el libro al principio me encantó, después entretiene de forma continua, no es ni demasiado elevado, ni demasiado chato, pero quien realmente quiere reflexiones inteligentes sobre la modernidad, o unos personajes detalladamente construidos, quizás no se espere demasiado aqui. (sólo después leí que el autor es acusado de ser racista, neonazi y antiislamista. Intento de separar la impresión que me causó la novela de cosas de la vida real, son cosas que hay que ver bien aparte). "Las partículas elementales" también se hizo la pelicula en Alemania, pero por ahora prefiero no verla y quedarme con esta impresión.
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