12 julio, 2015

J.M. Coetzee - La Vida y época de Michael K (1983)


 
Me prestaron este libro de la serie de publicaciones del diario de noticias, así que lo leí en portugués. Aún no he leído mucho de Coetzee anteriormente, leí Disgrace y lo reseñé acá en este blog. La Vida y época de Michael K es anterior a Disgrace, pero tiene algunas similitudes con él, este libro aborda la misma temática, victimas de la violencia en la África de Sur, y el retiro de la sociedad, pero desde otra perspectiva. Aquí J.M. Coetzee nos muestra detalles de la biográfica de Michael K, pero no analiza como el título sugiere la época en la que vive, o sea no explica los marcos sociopolíticos de estos tiempos Sudáfrica, con el efecto de, al igual que Michael K, una especie de antihéroe que no está del todo bien y a veces le cuesta pensar, el lector tiene que darse cuenta del total por los momentos que vive o que lee, en fin, nunca hay un porqué de la violencia política y de sus procesos burocráticos.  
Michael K, hijo de una mujer simple y pobre, es criado en instituciones y más tarde trabaja como jardinero municipal. Está en sus treintas, cuando su madre Anna K, enferma de hidropesía le propone ir a su lugar de nacimiento en el campo cerca de Prince Albert porque no quiere morir en la miseria y humidad de la ciudad del Cabo, ambos se imaginan una granja llena de vida y con algunos familiares para recibirlos. Aunque no obtengan los necesarios permisos, emprenden el largo viaje, a pie con Michael llevando la madre en una caretilla. El viaje se hace largo y Michael K, cuando muere su madre, acaba en diferentes situaciones de miseria, viviendo entre otros lugares, en una cueva en las montañas y en un campo de desplazados.
Vida y época de Michael K habla de las víctimas de una guerra civil con regimen militar (para)militar y sus consecuencias para las personas que ni tienen que ver, ni entienden los porqués de la guerra, pero se resisten de forma pasiva, se resisten como pueden y hasta a veces cuando no pueden.
Y aunque Disgrace me gustó más porque me dio más impulsos de pensar (en sobre como la historia afecta nuestras vidas) y la historia en sí está más viva y accesible, éste libro no lo hallo nada mal, es muy fuerte, bien escrito y me emocionó, para mi valió la pena la lectura, aunque, hay que decirlo, el protagonista lamentablemente queda como un carácter muy anónimo, inpalpable, uno le tiene pena, pero no llega a ser una persona a quien el lector parece conocer personalmente. Pero a lo mejor eso haya sido justamente la intención del autor para personificar la alienación del todo, quien sabe. Un poco recuerda a "el proceso" de Kafka, como muchísimas otras novelas y también la novela de Murakami que acabo de leer la semana pasada ("los años de peregrinación,.." vease la última entrada de blog) y como la inicial K del protagonista deja bien claro
Recomendable.

04 julio, 2015

Haruki Murakami - Los años de peregrinación del chico sin color (2013)


Es la novela más reciente del escritor japones popular. Leí casi todas sus novelas y de las cuales algunas me encantaron en el sentido literal, mientras que otros me parecieron hasta flojísimos. El estilo del autor se caracteriza por varios motivos recurrentes, como entre otros el sueño/mundos paralelos, el amor adolescente, desaparecimientos, el jazz.
En ‘Los años de peregrinación del chico sin color’ Murakami nos presenta con la historia de Tsukuru Tasaki, un ingeniero apasionado de las estaciones de tren (que cosa más aburrida cuando se ve estas como manifestación de funcionalidad y no como símbolos de viajes en vehículos históricos) que retoma su vida después de una crisis y depresión en el fin de su adolescencia. En el secundario Tasaki formaba parte de un grupo de jóvenes, una barra de amigos muy íntimos que crecieron juntos y compartían todo. Cuando de repente ellos le cortan cualquier comunicación y así sin explicación se queda solo. El autor examina el ostracismo, la exclusión social que demostradamente causa dolor activando la misma región del cerebro que el dolor físico. El tímido Tasaki casi se quita la vida y recién 16 años depués toma coraje y se pone a resolver los asuntos pendientes impulsado por una novia nueva.
Aclaro que Murakami tiene cosas que me gustan mucho y otras que no me gustan nada, las cosas que me gustan en sus libros son probablemente las mismas que todos sus aficionados enlistan. No lo puedo explicar bien, son estos sueños livinanos o cosas surreales y como logra describir emociones y sus efectos a las vidas, perdidas de caminos.. el amor al detalle tal vez, la fantasía, los enigmas e intrigas que llevan al lector. Quizás me gusta porque soy una persona que tiene muchos sueños muy vivos y me pasa a veces que los confundo con la realidad. La novela está escrita de forma tan liviana que uno no parece leer, porque requiere cero esfuerzo, uno podría estár simplemente soñando.
Ahora lo que no me va son: La ropa cara y restaurantes caras, la importancia de la disciplina, es decir las notas más altas y los colegios y empresas de prestigio y las vida con el único fin de casarse y comprar una casa me convierten los personajes en robots y aburridos (es la gente que está bien) y me cuesta creer que estos personajes presten tanta atención en sus emociones y enamoramientos. En el mundo de Murakami nunca hay nada que esté desordenado, maleducado, sucio, es el capitalismo futuristico japonés que quizas hace parte de la receta de novelas tan éxitosas, porque evoca un mundo sin esquinas ni imperfecciónes. Lo peor me parece Murakamis definición de belleza y su concepto de mujeres en general, por ejemplo introduce un caracter así: "she wasn't good at cooking, but enjoyed cleaning and before long he had his apartment sparkling clean". y no pienso que no puede haber personajes feas o gordas, tontas o que solo saben limpiar, todo el contrario, pero me parece que en vez de introducir una figura con descripciones un tanto abiertas a la imaginación del lector las juzga precozmente, y cualquiera que no entra en el concepto de muñequa bonita, flaca, no existe como persona relevante.
Admito que también me molesta que Murakami se repite tanto, ya el por ahí el décimo libro en el que habla del jazz y pff.. siento que ya conozco el rollo y mismo si tuve un año o dos de no leer nada de él, ya no me emociona el viejo truco. 
Pero después está ese aire melancólico abrumador que es como la marca resgistrada del autor, bueno, no es algo que uno directamente disfruta, pero como explora la profunda y siempre ambígua introspección, la psicologia y el valor de los amigos íntimos es algo que le valoro mucho. El libro me dejó algunas ideas de lo que el autor tal vez quiso explicar. Uno es, cuando uno cree en algo, ésto va a suceder, lo que suena a psicólogo barato, aquí está bastante bien explicado con muchas idas y vueltas, y es que a veces uno está con una película en la cabeza de que interpreta todo de una determinada forma o se cree estar poseído por elfos malvados o ver los colores de las personas y bueno, así será. También está eso de que la imágen de uno siempre difere de la imágen que otros tienen de uno.
Probablemente fue porque en base de otras reseñas (las expectativas siempre influyen mucho mi impresión final) pensaba que esta novela para mí iba ser más decepción que otra cosa, que no me pareció nada mala, aunque claro está, no llega a sus obras magníficas. Disfruté tres días plenos en su universo y me voy a quedar colgada un poco ahí pensando, ponderando sobre estas ideas que encontré ahí.
Y, aunque el desenlace del libro esté hecho como si de repente le abandonaron las ganas de escribir, recomiendo su lectura.