05 agosto, 2015

Tom Hillenbrand - Un cadaver entre plato y plato (2011)

 


Yo ya superé mi época de leer compulsivamente todas las novelas negras nuevas, bestselleristicas. Claro, como cada uno necesito de vez en cuando un libro desengrasante, pero este tipo de cosas escritas según la receta para fabricar bestsellers y que se venden en estaciones de tren y supermercados ya no me llaman nada.



Pero, soy muy susceptible a recomendaciones de amigos y como en Tropa de libros lo recomendaron lo descargué.

Me gusta comer y cocinar, trabajo en un una cantina y creo que cada uno que una vez trabajó en un lugar así conoce el cáos de los pedidos que siempre llegan todos a la vez, los momentos de compañerismo de lavar platos y de inventar creaciones nuevos Ya aprendí a cocinar muchos platos regionales y sé que eso de los regionalismos nunca va a pasar de ser moda, tanto en la comida rápida como en las novelas y quizás eso no está nada mal.



Un cadaver entre plato y plato empieza bien, con un muerto en el restaurante de lujo y el cocinero sospechado por la policía investigando por su propia cuenta. Estas cosas de los profesionales de alta sociedad aburren pronto, menos mal que el autor enfoca no solo la alta cocina si no también la comida del pueblo, el fast food, comida de supermercado, empresas multinacionales.

Sin duda estas industrias cubren negocios oscuros y hacen estragos en la alimentación de la gente que no tiene poder, mas tampoco creo que es así de blanco/negro como lo pinta el autor, no cualquier substituto vegetal es malo per se y ningún restaurante de lujo es santo, por acaso lo que no es carne, no es comida? igual entendí a lo que iba. Tampoco me gustó como exagera los estereotipos nacionales, algo más diferenciado hubiese dado mucho mas gracia libro.

Se lee como un guion de película, con los típicos malos y el típico bueno, un poco simplón. Parece seguir muy de cerca al manual de novelas negras, un manual que funciona pero que hace todo un poco previsible y hacia el final un poco aburrido, me hubiese gustado ver ahi unos personajes mas ambiguos como los de Herman Koch, por ejemplo.



Sin embargo ha logrado me lleve la compu al leer en todos lados y hasta sustituí la siesta por lecturas, hace tiempo no me pasaba. Me gustó que en comparación con otras novelas del género se orientó más en ambientes y personajes y menos en perversidades cada vez más sangrientas como parece ser moda.



Ahora, perdonen, pero que cosa más aburrida son Luxemburgo y Stuttgart como sitio de ambientacion de una novela! No me sorprende que parece que la novela les gusta más a mis amigos sudamericanos que a los Europeos!

Googleé el autor, cuyo nombre no me decía nada y encontré que era jefe de resort de economia de un diario alemán que no me gusta nada, vive en Múnich y ya publicó varias novelas, cuatro de cocina y una de ciencia ficción de vigilancia de drones.



En fin, cae en la categoría desengrasante, hecho para vender a las masas, pero dentro de ese género, es una top recomendación. entretenido, fácil, rápido, algo intrigante, pero no creo que necesitaré más del autor.


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