31 diciembre, 2019

Miguel Delibes - La sombra del cipres alargada (1948)


Estoy hace un rato comenzando y dejando los libros porque no encuentro lo que acompañe mi estado de ánimo. Estuve con un libro de Santiago Lorenzo y me aburría, y el primer tercio de La carretera de McCarthy me agobiaba y me aburría también. Un vecino mío me vio así y se apresuró para traerme este libro, la única novela que tenía en casa. Siendo en formato papel tenía además una grande ventaja sobre las otras opciones de este momento. Y me enganché de la primera página. Las novelas de formación suelen funcionar conmigo/ yo me suelo entregar facilmente a ellas. 

Fue primera novela publicada del autor y trata de la idea del desasimiento o desapego o de la imposibilidad de armar sin desamar, de ganar sin perder, por extensión de vivir sin morir ejemplificado en las reiterantes razonamentos del chico Pedro en el curso de su vida. También la idea de la determinación que nos imprime la imprime la educación a las almas sensibles.

Advierte que las cosas le comienzan a gustar cuando necesariamente tiene que desprenderse de ellas. Y el sinsentido de establecer lazos cordiales con alguien “porque fatalmente, en el curso del tiempo, uno de los dos ha de enterrar al otro”.
Es es este sentido que hay que entender el epígrafe – Un amigo hace sufrir tanto como un enemigo (Proverbio árabe).
Si un perro de cuarto patas pierde una en un accidente, no es lo mismo que un perro de dos patas que recibe una tercera. 

El chico Pedro es medio huerfano (medio porque no se sabe al cierto, pero practicamente lo es ya que su familia no quiere saber de él entregandole a la tutoria del profesor Mateo Lesme y a doña Gregoria en cuya casa en Ávila crece y se forma criando improntas profundas en su alma que no puede desviar ni en su vida adulta. Es un niño lleno de consciencia de sus soledad. En Ávila con sus murallas y casas de piedra, con sus cerros y puentes y la luz de la luna vive junto a otro alumno, Alfredo, y Martina, la pequeña hija de los anfitriones. La ciudad, Alfredo y Fany la perra son sus únicos aliados en esta vida austera y disciplinada. 

La novela se divide en dos partes, siendo la segunda la referente a a la vida adulta de Pedro que termina eligiendo la vida de marinero mercante. Diría que la primera es una novela de por sí, pero la segunda parte no se entiende bien sin haber leído la primera. Es una novela muy íntima y tiene sus lados tristes, pero es una tristeza bien racionalizada y bien colocada con sus imagenes impactantes.

El final es un poquito previsible. Pero está bien. Lo único que tengo para criticar es que la idea de Dios, que si bien entiendo tiene su lugar en estos pensamientos existencialistas embrollados, está demasiado frecuentemente allí puesta como excusa, como absorbente incondicional de todo, sin más indagación.
 
Tiene también un cierto peso que resulta de las diferentes circunstancias entre al época de inicio del siglo pasado y la corriente que hace con que es requerido cierta fuerza de empatía e imaginación para creer que realmente los personajes femininos no pueden agir mucho más libremente.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario