26 febrero, 2020

Hernán Ronsino - Lumbre (2013)


Me encanta como escribe Ronsino, es de esos que construyen un universo y en cada novela lo amplian, Julio Premat le llama un escritor anacrónico. Desde la primera página me recordó a la prosa de Juan José Saer también.

Lumbre es la historia del narrador, Fernando Sousa, un guionista de cine que vive en Buenos Aires, que vuelve a su pueblo natal, a Chivilcoy. La cuidad en la que los trenes que ya no están, las viejas fabricas ya no funcionan y donde mataron al poeta modernista Ortiz. El mismo autor es chivilcoyano.
Fernando vuelve porque le dijeron que se murió Pájarito Lernú, un viejo amigo y raro personaje y de paso visita a su papá. Lumbre tiene una trama policial que sirve de escusa para la inmersión en las memorias. Descubre que Pájarito, todo un personaje loco, dejó unos cuadernos con historias raras y además le dejó al narrador , justo antes de morir, una vaca.

El revuelve entonces en sus recuerdos del pueblo bonaerense y se le entreveran memoria y historia,
porque son dos cosas que van por caminos cercanos. Describe por ejemplo un recuerdo que el viejo padre del narrador le há contado, o los recuerdos de la profesora de historia coja, o el sueño del abuelo en que aparecia la hija de la vecina la que ahora reencuentra muchos anos después por acaso en un bar o en una fiesta, y así va saltando entre las piezas de su puzzle provinciano. Ronsino pasa de un tema a outro, de un personaje a otro, pero como lo há mencionado antes el lector se recuerda quien es, es como si hiciera círculos de memoria.

Solo muy tarde me enteré de que Lumbre en realidad es la tercera parte una especie de trilogía de Chivilcoy. Se entiende bien sin haber leído las otras novelas (La descomposición y Glaxo). Es bueno saber que no se me acabe el material.

Miren que majete el muchacho:
http://www.rfi.fr/es/cultura/20180320-hernan-ronsino-su-novela-lumbre-traducida-por-gallimard

https://www.ivoox.com/hernan-ronsino-lumbre-audios-mp3_rf_2409757_1.html

24 febrero, 2020

Liliana Heker - Zona de clivaje (1987)


 


En Zona de Clivaje Heker cuenta la historia de una separación, o el final de una relación, después de haber pasado casi media vida junto (13 años) a su pareja Alfredo.
La novela está llena de inteligentes reflexiones – de la pluma de Irene, la protagonista y narradora – sobre el camino de conocer su alma, sobre la naturaleza de las relaciones hombre-mujer, sobre los cambios que vienen com la madurez, como ser consciente del cuerpo, del placer, de las trangresiones, de la diferencia de edad, sobre que es conocerse a fondo y conocer al otro al fondo, cómo intentar de ahogar los celos, no hacerse la víctima y tampoco callar su ego, sobre cómo es discutir con estilo, educación y clase.

Irene es una empleada pública, ex-estudiante de física con ambiciones de escritora, que tiene una relación con Alfredo, un gran Don Juan que mantiene siempre su fachada. Vive sola porque su relación no es oficial. Irene que defender constantemente su estatus de no casada, en el omnibus, frente a los vecinos (todos piensan que es su pareja es su padre).
El es profesor de letras y en su vida privada define como un profesor estético, define el amor como una educación sentimental y asume la tarea de sacarles el resplandor de dentro a las mujeres.

Y encima aguantar a la madre que quiere que se case y “formara un hogar” porque piensa que así sería feliz confundiendo su propia idea de felicidad con la de su hija.

Ellos dos acostumbran atender soireés de conversación con psicoanalistas y otros membros de los circulos intelectuales en las que él a veces se va con otra e Irene compreende, da consejos y no se escandaliza.


Hay dialogos deliciosos como:
"...sin soltarla ni atenuar la sonrisa, dice: —Dígame, Irene, usted que estudia física, y parece tan marxista, ¿cómo concilia la dialéctica de la naturaleza con el Principio de Incertidumbre de Heisemberg?"
Este ambiente academico-juvenil-burgués queda un poco forzado, pero con eso, para mi, gana versimilitud, no sé si me explico, me refiero a los castillos de aire que se levantan en las cabezas de jovenes amantes y ambiciosos.

Para mi fue un poco vacilando entre aburrido y interesante, pero al final se inclina la balanza hacia un contundente: me gustó. No es aburrido en el sentido general de aburrido, Heker escribe de maravillas y da en el clavo en cosas no muy obvias, de cómo salvar situaciones, darlos vuelta, por ejemplo, cosas que normalmente quedan subentendidas o no entendidas.

Pienso que es una novela que hay que leer joven, para que los temas sean más relevantes. No me decido si es para leer cuando uno está en una relación “complicada”, como una forma de terapia, o justamente no es recomendada en tal caso porque se tendrá más de lo mismo.

En el inicio hay que leer con atención para ver qué es antes y que es ahora, muchas veces cuenta la segunda parte de una escena y después la primera. La novela está llena de jerga rioplatense, y pienso que le queda muy bien, “chupate esta mandarina”, me imagino que puede llegar a ser un poco difícil para los de afuera. Tiene algo de la literatura argentina de los 60-70, un tono de voz o, no sé, un humor quizas cortaziano.

Sin embargo, aunque está muy bien escrita, tengo cosas que me nublaron un poco la experiencia. Es quizás por su tema, confieso tanto no me interesan los aprendizajes de una joven, que quiere parecer más grande que de 30 años y a la vez mira a los de 20 con compasión y algo de envidia., en el manejo de sus emociones hacia sí misma. Y a pesar de que me identifico mucho con algunos problemas hay cosas con que todo el contrario, para mi ni son algo en que me reveo ni son pertinentes con la imagen que me hice de la protagonista, por ejemplo esto: “Siempre se acordaba del consejo de Coco Chanel cuando era demasiado tarde: una mujer debe arreglarse siempre como si ese día fuese a conocer al hombre de su vida.” (Conozco de mi más bien el contrario, a los 17 preocupadísima con el maquillaje y a los 30 bruta y sin paciencia para círculos intelectuales).

También hay que notar que es una novela en que se nota como algunas cosas de hombre-mujer han cambiado desde el 1987.

Por su intenso insight en el alma de una mujer me recuerda de la novela Tomboy de Thomas Meinecke también y a Los Daños materiales de Matilde Sánchez.

Me da mucha curiosidad la autora, ahora estoy con muchas ganas de leer su novela El fin de la historia /pero está a 60€ en amazon y vivo en una ciudad sin librerias especializadas).


 



 

21 febrero, 2020

Andrés Neuman - Bariloche (1999)

  
Quería leer algo cortito, livianito y eso tuve. Aunque bien parece el libro más flojo del autor.
Andrés Neuman escribe muy bien, los personajes están bastante buenos, las descripciones de la noche alucinantes, pero la historia avanza lento, o mismo es poca historia para llenar una novela, se hubiese quedado com el formato cuento mejor.
El libro cuenta la historia de Demestrio, un hombre que trabaja recogiendo basura en Buenos Aires.
sus recuerdos de la Patagonia, de la infancia a orillas del lago Nahuel Huapi y del primer amor. Y algunas cosas más.
Me pareció creíble, enfaticé con él. Pero le falta algo. Al final queda medio soso, o interminado.
Si no fuese porque Neuman sabe hacer de las descripciones más simples una poesía, una imagen que resuena, esta novela sería mala.
Y no me gusta como el narrador imita el acento argentino, es un recurso que por veces da mucha vitalidad y autenticidad, pero en este caso es demasiado. (Los personajes cada mañana piden dos “cafeses”). Queda medio banal, aburrido. No sé bien explicarmelo.

13 febrero, 2020

Jon Bilbao - El hermano de las moscas (2008)

Hace poco leí Padres, hijos y primates de Jon Bilbao. El hermano de las moscas es igual de entretenido pero no tan rápido. Alto potencial de enganche pero quien aguanta hasta el final?
No sé llamarlo ciencia ficcion o más bien fantástica moderna, es una versión adaptada del tópico de Kafka, hombre que una vez al año se convierte en bicho sin explicación, inserida en la vida moderna de una família clase media-alta alrededor del comienzo del nuevo milénio. Es más, en vez de convertirse simplemente, se fragmenta, cosa que complica bastante el asunto.
Con orgullosas 384 páginas se podría haber recortada para ganar agilidad, por ejemplo en la parte de
Anotaciones de supuesta utilidad, igual que en algunos otros sitios (la compra del coche, etc.las reuniones con el superior del trabajo) de hecho si yo fuera editora recortaria toda la segunda mitad del libro, y hasta pondría un final diferente.
Hay algunas escenas que me parecieron interesantes pero desconectadas del tema. (El incendio en la refinería, lo de la ballena, lo del centro comercial, lo del hoyo..) Creo que pretenden contribuir al clima sinistro de cosas imprevisibles que ocurren potencialmente, algo de una animalidad/fuerza de la naturaleza acojonante medio oculta en el día día.
Igual tengo que decir que el rato se me hizo más agradable que, por ejemplo, el de Tierra de Campos, otro libro que padece síntoma similar. Para una primera novela, chapeau! El estilo es parejo, seguro, los personajes bien definidos. Tengo ganas de leer sus libros de cuentos.