Con lo bueno que se siente acabar una novela, no sé porque no leo más!
Pensé que había perdido a este libro y luego encontré debajo de mi cama.
Ni me acuerdo bien de las novelas que había leído de Puig, pero mismo a pesar de leer traducido (o por haber también leído algún otro traducido), en seguida sentir volver a una voz conocida. Debe ser por el uso de los diálogos y cartas. El escenario es Nueva York del fin los '70, se encuentran dos hombres, el viejo argentino Mr. Ramírez y un joven historiador nuevayorkino, Larry, que lo visita en el hogar de ancianos y pasea al primero en su silla de ruedas.
El hombre mayor, Mr. Ramírez, paga a Larry que parece agradecer cada dolar porque anda apretado. Del caso del viejo que trata una comisión internacional y parece no carecer de dinero. Él tuvo un pasado activista, que sufrió prisión y persecución política. Está paralizado y perdió la memoria probablemente por sufrir tortura. Los dos hombres conversan mucho, Mr. Ramírez sobre todo pregunta, como se sienten las cosas, es de eso que más se quería acordar, los dos inventan historias en conjunto, memorias inventadas que en partes parecen muy reales, pero quedan abstractos o llenos de mentiras obvias. Hablan de sus familias, de sus ideas de familia, trabajo e religión y en las conversas se acercan, parecen ser terapia para los dos, pero también discuten como dos hombres miopes, egoístas y coléricos.
Ni me acuerdo bien de las novelas que había leído de Puig, pero mismo a pesar de leer traducido (o por haber también leído algún otro traducido), en seguida sentir volver a una voz conocida. Debe ser por el uso de los diálogos y cartas. El escenario es Nueva York del fin los '70, se encuentran dos hombres, el viejo argentino Mr. Ramírez y un joven historiador nuevayorkino, Larry, que lo visita en el hogar de ancianos y pasea al primero en su silla de ruedas.
El hombre mayor, Mr. Ramírez, paga a Larry que parece agradecer cada dolar porque anda apretado. Del caso del viejo que trata una comisión internacional y parece no carecer de dinero. Él tuvo un pasado activista, que sufrió prisión y persecución política. Está paralizado y perdió la memoria probablemente por sufrir tortura. Los dos hombres conversan mucho, Mr. Ramírez sobre todo pregunta, como se sienten las cosas, es de eso que más se quería acordar, los dos inventan historias en conjunto, memorias inventadas que en partes parecen muy reales, pero quedan abstractos o llenos de mentiras obvias. Hablan de sus familias, de sus ideas de familia, trabajo e religión y en las conversas se acercan, parecen ser terapia para los dos, pero también discuten como dos hombres miopes, egoístas y coléricos.
En el inicio todavía van juntos a la biblioteca municipal, hablan de Marx (donde tienen el prime volumen del Capital, que es como tienen la Biblia en los Motels), de Wuthering Heights, después de Camus y Sartre, y los temas y actitudes reveladas son cada vez más pesimistas, las confesiones cada vez de mayor peso (los dos se revelan machistas, autoritarios, con doble moral). Mr Ramírez posee unos libros con mensajes y anotaciones de su tiempo de recluso, codificado y permite a Larry trabajar con estas.
Al final se explica porque Larry dejó de ser profesor universitario, cosa de que siempre se negaba de hablar, quizás no fue tan inocente de todo. (y Mr. Ramírez, preparó él este desenlace?). Me gustó esta ambigüedad, pero creo que el Beso de la mujer arana me gustó más, igual el principio de la historia es similar. Escrito durante la última dictadura cívico-militar en Argentina, es curioso que ya en este momento, eligió como tema central de la novela la memoria y el testimonio. Quien cuida de la memoria, sino los que mejor pagan, como las universidades? La voz de alguien que fue excluido, o que cambió de opinión, ya no cuenta? De todo, existe algún partido cuya voz sea realmente de confiar?
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