La situación inicial aquí planteada es parecido a esta novela de Pepetela que leí el ano pasado, de repente todos (o casi) los seres vivos desaparecen del planeta. En este caso Jonas se despierta y está solo en su casa en Viena y en el mundo. No se trata de barajar posibles explicaciones, ni observar que acontece con el planeta. Es un tratado sobre la soledad y, en mi opinión bastante mal hecho. Jonas busca otras personas en todo el país y más allá, deja señales y mensajes en todo lado y en las primeras 100 páginas no hace otra cosa. Después, claro, comienza a imaginarse ruidos y asustarse de su propia sombra. Decide mudarse a la casa en que vivía de chico y se empeña durante días en la mudanza. Después comienza a filmar las calles importantes de la ciudad y después a si mismo siempre cuando duerme. No aprovecha para vivir experiencias que antes le eran imposibles, mas allá de dar vueltas en carros ajenas a velocidad excesiva o tomar cócteles gratis en algún bar. Como las personas desaparecieron anoche, todos los autos están estacionados, no es como, por ejemplo, en el libro de Pepetela en el que el escenario se presenta un poco más complexo. Este libro con el título en alemán "el trabajo de la noche" estaba hace años en mi lista, fue bien promocionado, pero me resultó asombrosamente aburrido, hasta página 300 no pasa mismo nada, excepto de que Jonas descubre que es sonámbulo y de noche hace cosas de las que después no se acuerda ni se explica, en las últimas 94 páginas la cosa no mejora. Jonas es una persona menos interesante, para escribir un libro sobre que le acontecería en esta hipotética situación. Pienso que la paranoia, las alucinaciones, o el desespero iban a venir mucho más rápido y que se podría describir de forma mucho más interesante, a pesar de ser inverosímil de entrada y que la historia no se postula esa exigencia de ser naturalista o mínimamente lógico, me imagino que sería obvio que la persona sola iba a intentar de substituir lo social, iba ver películas, música, fotos, proponerse un objetivo cualquier a alcanzar, hablar consigo mismo o jugar juegos en que se imaginaba alguna interacción, pero no, queda ensimismado, con alguna nostalgia de la novia y del padre y de su propia infancia, ni piensa prácticamente.
No puedo recomendar esta novela.
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