
Y de hecho me los devoré, me encantaron.
Son cuentos independientes, pero es mejor leerlos en orden y todos juntos porque llevan el mismo personaje central, que es Trafalgar, el comercia entre los planetas y se hace fortunas. En cada cuento aparece en alguna esquina de Rosario, la Rosario de Argentina normal y sin extraterrestres ni cosas futuristicas y cuenta a un amigo interrogatorio de sus aventuras recientes, mientras consume café a litros fumando sin parar.
La autora demostró su fantasía e imaginación para inventar mundos distintos y su humor omnipresente. Son cuentos muy simples, pero a la vez contienen ideas profundas sobre sociedades diferentes a las nuestras, sea con matriarcados, con otro sistema de tiempo y espacio, con muertos vivos y con civilizaciones o historias cambiadas sin querer por Trafalgar que mete la pata donde puede tratando de vender cosas y engatinarse alguna piba.
Ya dije en otras ocasiones que eso de leer cuentos cortos es nuevo para mi, uno entra en la historia y ya se acaba, pero aqui es diferente porque son coherentes y se puede leer el libro de un tirón. No sé que tanto entendería un español el humor y el vocabulario argentino, pero a mi todos menos uno me gustaron lo suficiente que me bajé todos los libros que encontré de la autora.
"Trafalgar" es lo que se dice una literatura fresca, original y rápida.
"Trafalgar" es lo que se dice una literatura fresca, original y rápida.
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