Este libro es lectura obligatoria en los liceos de Portugal, me recomendaron al autor varias veces y sus libros se encuentran de segunda mano en todas partes a precios accesibles, así que un buen día me largué a la lectura.
La historia es esta: Alberto, el protagonista es un profesor que llega a la ciudad de Évora, se instala en una pensión y paralelo a su trabajo en el liceo mantiene contacto con una familia de un amigo de su padre, haciéndose amigo muy cercano de las hijas de este. El lector lo acompaña durante un año lectivo en el cual también cuenta un poco de su pasado y de su familia. Alberto es el único de tres hijos que no se casó, no tuvo hijos, es el más pensativo y menos dado para cosas practicas y manuales.
En el medio de esta historia el autor mete reflexiones sobre vida y muerte, sobre amores imposibles debido a la naturaleza individual del hombre. El narrador mira muchas veces sobre la planicie del Alentejo o las montañas nevadas de su Serra da Estrela natal, contempla las casas de Évora y menciona la palabra aparição lo más frecuente que puede.
Yo opino que la historia no está mal, hubo partes que me gustaron mucho, también hay ideas en la que me parecía muy interesante seguirlo. Pero hubo ahí también cosas que me fastidiaron, primero que nada eso de poner palabras importantes en cursiva y que haya tantas palabras en cursiva que yo como lectora me sentí como si alguién me escribiera solo en mayúscula, para que por fin lo entienda. Segundo, no sé, acaso no entendí bien estas cosas existencialistas y juegos de símbolos y significados, ya que no estoy muy informada acerca de eso, pero la parte que juzgo que entendí, me aburrió. Fue una sobredosis de: "estoy aqui a la luz de la luna, me acuerdo de todo y sufro,.." y "vagueo por la ciudad, miro hasta el horizonte, la luz ilumina los campos, estoy triste...", "no, mamá, no voy a misa, ya no creo en dios".
En fin, me gustó eso de leer sobre la vida cotidiana en Portugal de hace casi 60 años, con carrozas de caballo, criados y todo, me gustó como escribe el autor, pero me dio unas ganas de sacudirlo y decirle escribíme algo más rápido, algo menos solitario, menos triste. Hasta se le encuentra humor, por ejemplo cuando en una ocasión reflexionan sobre el suicidio y el asesinato y llegan a la conclusión de que produzir la muerte de alguién es algo de fuerza divina, parecida a la fuerza de crear y por tanto no humano, sino sobre-humano o a lo mejor sub-humano y en este mismo momento el muchacho tira una pedra para espantar un perro y mata una gallina. Ese tipo de cosas me divierten. Y hay varias muertes a las que uno puede interpretar de diversas maneras. Pero en el medio me pareció patético, y ni el hecho de que ya cumplió más que medio siglo lo puede disculpar.
No sé si recomendarlo o no. Seguramente solo me pareció largo porque luché con mi falta de vocabulario y si lo hubiese leído en español no se me hubiera hecho nada largo. Les puede gustar o no. Ahora sí, para obligar a adolescentes en el liceo a leerlo me parece demasiado triste y largo. Me divertió irlo comentando con mis amigos, casi todos dijeron algo como "ah, gran libro, me acuerdo que lo leimos en la escuela, me gustó" y después "tenés razón, se hizo muy pesado y no dice nada, pues, lo debería releer.."
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