Novela policial corta, simple y buena. Es una de las primeras novelas de Bolaño. El incidente ocurre durante una temporada en un parque de campismo. Un lugar lindo, donde me gustaría estar ahora pasar unas vacaciones, como al mismo tiempo un poco miserable para la gente que está ahí siempre, viviendo o trabajando. Un buen lugar para desplegar la imaginación. Se pasan amores e intrigas en este pueblito turístico de la Costa Brava. La historia es contada desde diferentes perspectivas, en capítulos alternados. El personaje que para mi fue el principal narrador (pero se puede entender que lo es cualquier otro, en realidad son equivalentes), es Gaspar Heredia, un joven chileno-méxicano (como el autor) que está sin papeles en España. Hay también un político muy bien retratado. La historia del crimen - un brutal asesinato - es algo previsible a partir de cierto momento, pero me gustó el armado de la historia desde diferentes versiones, también me gustó como describe los personajes, algunos están muy poco descritas en el texto y aún así quedaron inconfundibles y originales. Casi todos los personajes son marginados, personal de limpieza, indigentes, extranjeros. El autor tiene un humor sutil, a veces cínico que me gusta. Hacia el final la historia pierde un poco de aire y también deja algunos cabos sueltos, por ejemplo el papel de Remo y su amistad con Gaspar, podría haber dado más. O Nuria que se queda también un poco sin carácter. Y porque no se da respuesta al misterio de porque la vieja llenaba todo de mierda? Con todo, sin embargo me entretuve y recomiendo la lectura de A Pista de Gelo.
Y como ya voy por la mitad de Detectives salvajes, sé que Bolaño aún puede escribir aún mucho mejor. Me cae muy bien.
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