Son ocho cuentos cortos que se leen muy rápido sobre temas variados y ambientados un poco por todo el mundo en los que hay: violencia, golpes de destino, encuentros raros, situaciones que van de mal en peor, moteros, jeeps, gente que busca oro, american way of life, en el medio están casi siempre relaciones interpersonales de pareja y de familia o de mejores amigos.
- "Crónica distanciada de mi último verano", ambientado en Reno, Estados Unidos, no me dice nada.
- "El peso de tu hijo en oro", completamente inverosímil y absurdo, no le veo ni humor negro.
- "Siempre hay algo peor", ambientado en el oeste de Estados Unidos, aburrido.
- “Una boda en invierno”, ambientado en el País Vasco español, me gustó por su ambiente y por los personajes.
- “Como en un idioma desconocido”, ambientado en Catalunya en una planta de energía nuclear, me gustó mucho por el ambiente que cría y tiene una especie de pointe o final.
- "Avicularia avicularia", ambientado en lo Picos de Europa, me gustó mucho por su ambiente pero no tiene final.
- "El castigo más deseado", ambientado en Nueva Zelandia en un concurso de pesca.
- "Estrómboli", ambientado entre Bilbao y la isla de Estrómboli, Italia, pues lo mismo, buenos personajes, buen paisaje, pero no entendí de que iba.
Un reseñista de ULAD (https://unlibroaldia.blogspot.com) valora como “Muy recomendable, rozando el imprescindible “
Pues, a mi no me convencieron mucho, son de esa clase de cuentos que no le encuentro el punto que quieren hacer, como cuentos sin final y me dejan pendiente de una manera que no me gusta nada, o, en los que lo que cuenta es el ambiente nada más, lo que no es poco (soy de los que pueden leer una novela “solo” por el ambiente (natural/social/estético)). Aunque todos los cuentos tienen en común de retratar el momento en que sale lo peor que el hombre tiene dentro, una disposición a la agresividad o a la traición o a hacer el tonto; algo de lo que probablemente ni sabíamos que puede ser provocado por las circunstancias ciertas. Este asunto también es explorado en las novelas.
Bilbao escribe muy bien, eso está fuera de cuestión sabe preparar la tensión, sabe caracterizar, sabe no dejar una frase demás y encuentra expresiones o comparaciones que le dan en el clavo. Es su estilo que no me pega, es como que no habláramos el mismo idioma literario.
Leí de Jon Bilbao El hermano de moscas y Padres, hijos, primates, las dos son novelas que me gustaron bastante.
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