Este libro "es un viaje", es largo y es un libro de non-ficción, un diario de viajes que ya tiene más de 30 anos. Me fue recomendado por todas partes, se dice que es un clásico de literatura de viaje. Para mi los libros que llevan mapas en las primeras páginas son los mejores libros, así que lo empecé con entusiasmo. El viaje está hecho todo en trenes, los capítulos llevan los nombres de los trenes que tomó el narrador y autor
Empieza diciendo que hay tanta literatura de viaje de muy mala calidad y con eso sube a vara con la que será medido él. Algunos pocos de sus libros que lee durante el viaje realmente le gustan, como Mark Twain, pero otros los denomina ridículos o inaccesibles, como William Faukner y Aldous Huxleys "La Isla". No dice bien porque decidió hacer este viaje en tren, pero pareció bastante solitario el tipo.
Describe como le caen mal los demás turistas, el paisaje, el calor, el frío, el tren y casi todo. Al menos todo hasta México. (Podría haber tomado un avión hasta la América central.) A partir de México es solo casi todo. También no pierde oportunidad de destacar lo bueno que es su español. Eso a mí me cayó mal desde el principio, el estilo yanqui de escribir, pero no quise dejar el libro por la mitad. En fin, todos conocemos eso de cruzarse con otros turistas "gringos" que le caen mal a uno. Parece que le tocaron unos insoportables. Distingue bien claro que él no es turista sino viajero.
Describe paisajes, personas, culturas, explica situaciones políticos y da datos históricos y muchos datos sobre trenes. Reflexiona acerca de viajar solo, de ser viajero, de ser extranjero. De la pobreza, de "lo latino", los católicos, etc. Algunas cosas los acierta (en mi opinión), las situaciones logra describir muy bien. Hay valles y canones que me darían miedo de pasar en tren. Hay cosas que pienso que seguramente han cambiado de todo en los últimos 35 anos, de los 70 cuando casi todos tenían dictaduras.
Cuando llega a Costa Rica me empezó a gustar el libro. Es llevadero como cuenta, empecé a sentir con él. Ahí lee una novela de terror de Edgar Allan Poe que le gustó tanto que copió varios párrafos y los inserto en su reporte de viaje. No quiero ir nunca a Panama, parece una pesadilla en sus descripciones. En Colombia empecé a empatizar con él y sufrir el viaje interminable e incomodo, (aunque sé que a mí sí me va a encantar la Cartagena), esto sigue en Perú y Bolivia cuando describe como sufre la altura. A mí me pasó igual, aparte es lindo saber que yo recorrí el mismo camino que él a partir del sur de Bolivia y también en tren. Llega a la Argentina y todo le encandila, la encuentra mucho mejor que el resto del continente, nota todos los clichés que se tienen, de la Paris del Sur, de la europeidad, del consumo de carne. Como es autor, y se cree un autor muy bueno aparentemente, logra ir a encontrarse con su ídolo Jorge Luis Borges. (Es interesante, pero creo que personalmente Borges me hubiese caído tan mal..)
Cuando llega a Costa Rica me empezó a gustar el libro. Es llevadero como cuenta, empecé a sentir con él. Ahí lee una novela de terror de Edgar Allan Poe que le gustó tanto que copió varios párrafos y los inserto en su reporte de viaje. No quiero ir nunca a Panama, parece una pesadilla en sus descripciones. En Colombia empecé a empatizar con él y sufrir el viaje interminable e incomodo, (aunque sé que a mí sí me va a encantar la Cartagena), esto sigue en Perú y Bolivia cuando describe como sufre la altura. A mí me pasó igual, aparte es lindo saber que yo recorrí el mismo camino que él a partir del sur de Bolivia y también en tren. Llega a la Argentina y todo le encandila, la encuentra mucho mejor que el resto del continente, nota todos los clichés que se tienen, de la Paris del Sur, de la europeidad, del consumo de carne. Como es autor, y se cree un autor muy bueno aparentemente, logra ir a encontrarse con su ídolo Jorge Luis Borges. (Es interesante, pero creo que personalmente Borges me hubiese caído tan mal..)
Si uno cruza todo un continente, son muchísimos paisajes impresionantes que hay para digerir, pero nunca me aburrió con sus descripciones. Hasta me puse a googlear unos pueblitos y vulcanes.
Es un libron, son más de 500 páginas, hay que dividirlo en pedazos digeribles.
Nunca
me fue simpático del todo, pero tampoco pude dejar el libro de lado.
Probablemente pensaría distinto si yo conociera a EEUU y los países de
centroamérica. En todo caso me invitó a pensar sobre mi propio estilo de escribir relatos de viaje. Como describir diferencias culturales?