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17 abril, 2019

Herman Melville - Bartleby o escrivão (1853)


Es discutible si este relatos breve es un cuento o una novela, igual, creo que merece su propia entrada en el blog. Es una historia de un escribano/escribiente/copista contada desde su jefe un abogado de Wall Street. Bartleby comienza siendo el empleado más productivo hasta que se recusa a hacer ciertas tareas, diciendo que "preferiría no hacerlo" lo que desconcierta a su jefe y se desenvuelve en una situación desesperante. La historia es corta y muy divertida. 
En cuanto a mí, sabía que era un clásico, pero no sabía que el texto era já tan antiguo, de 1853, y tampoco sabía bien porque ese lema de "preferiría no hacerlo" se hizo de un lugar tan importante en la literatura. Cuando lo acabé me quedé con la sensación de que no lo he entendido, o no tenía certeza si lo entendí, pero eso me dio una buena razón para indagar en la cuestión. Para ya, me pareció raro que el jefe de Bartleby era tan bueno que nunca lo echó, ni lo retó, y se sintió tan responsable, mismo después de ser moralmente del lado bueno porque ya había tolerado todo, dejarlo vivir en la oficina, dejarlo en paz en sus ratos de solo mirar la pared y no hacer más nada, seria el mejor patrón que existe, evita la confrontación directa hasta el final. 
Wikipedia sugiere, entre otras hipótesis, que se trata de un relato sobre la teoría del libre albedrío, sobre lo absurdo (anticipando a Kafka) o sobre personas con depresión clínica. Eso no me convence mucho. Ya había escuchado que de alguna manera se podía leer como alegoría de la relación escritor con el mundo comercial, un escribiente que escribe sin descanso encerrado en su mundo, pero a que obligan a aceptar ordenes y otras tareas que prefiere no hacer, pero que si se recusa hacerlos es visto como enfermo, o insolente.
Lo que más me convence, en términos literarios es la posibilidad de que el relato en realidad nos cuenta más sobre el jefe, que es el narrador de la historia, que sobre su empleado, poniendo en cuestión la existencia de una voz que pueda narrar de manera objetiva la vida de otro. Bartleby seria entonces tolerado en el empleo porque el jefe ve en él una especie de espejo de sus propias ambiciones no realizados, de sus dudas o sus pesos en la consciencia tal vez.
Después está ese juego con el poder del lenguaje, es raro alguien usar la formula de "I prefere not to do it", mismo en inglés, seria más común decir "I would rather not", el cuento incide ahí en una posibilidad que, aunque no es común, existe. Para mi es algo en que el lenguaje se relaciona con textos legislativos, por ejemplo, con la racionalidad y la posibilidad.Pero para entender mejor habría que estudiar lingüística y leer el original.
Una lectura lleva a la otra, ahora tengo curiosidad de leer el Bartley y compañía de Enrique Vila-Matas. También me pareció interesante lo que dice Deleuze a respecto: http://deleuzefilosofia.blogspot.com/2007/06/preferira-no-hacerlo.html. Y como yapa dejo este video del gran maestro Zizek en que se relaciona el cuento de Bartleby con el mundo laboral:


16 abril, 2019

Juan José Saer - El entenado (1983)

No es lo que el dibujo de la capa del libro falsamente promete. No es un libro sobre orgías, no es un libro sobre sexo, y sobre canibalismo, aunque haya también de eso.
(Hay "abrazos maquinales", hay "quienes se abrían como flores o como bestias, quienes se paseaban buscando entre la multitud el objeto adecuado a imaginación, con una minuciosidad descabellada, del que quiere hacer coincidir, como si estuviesen hechos de la misma pasta, lo interno y lo externo." (p.67))
Estamos ante una pieza de antropología/etnografía ficticia, si bien que un antropólogo "real", o verdadero, seguramente pensaría que es ridícula, pero no importa. Habla de ciclos de vida, de instintos arcaicos, de los deseos, del valor de la vida, del lenguaje de un pueblo o una tribu. También habla de la perspectiva de que se puede tener de aquello desde afuera, o afuera a medias. Y de los recuerdos y los sueños como formas de realidad, o de experiencia apenas separados del ahora por el tabique del cuerpo.
Aún conozco poco de Saer, pero sé que le preocupan mucho las cosas reales, la inmanencia, la tangibilidad de las experiencias, lo inmediato y también el presente. (Puede haber un espacio real más "raro" que un barco, un espacio tan pequeño y cerrado y sin embargo abierto, abundante en horizonte e imprevisible, la heterotopia par excellence para Foucault). Así, el cielo y el mar son/parecen irreales la tierra "virgen" pisada solemnemente se niega a este sentimiento de su fundación porque a pesar de todo parece siempre haber estado ahí. El descubrimiento del mundo, de las Indias es un tema que presta para pensar en "realidad": la propia y la ajena; la de la noche y del día; la del verano y del invierno, estados de ebriedad y de lucidez. La luz es muy importante también. Y la actividad propia, la cercanía de los objetos, la nitidez de la vida, densidad tal vez. (Son cosas en las que me pongo a pensar cuando estoy en el campo, cuando trabajo, cuando estudio, sin embargo nunca llego a conseguir definir lo que seria entonces precisamente "la realidad").
He leído Nadie Nada Nunca. En comparación, por su estructura narrativa y por su lenguaje, El entenado es mucho más fácil de leer, a veces me parecía una novela juvenil con mezcla de aventura y alguna moral escondida, pero a medida que uno piensa en el texto se torna más complejo, sobre todo si pensamos en como los "nuevos mundos" en las Américas fueron saqueadas y diezmadas.
Al inicio parece introducirnos en un mundo fantástico, me pareció atisbar algún toque tipo bioy-casariano, pero no. Se trata de la realidad de unos "otros" fuera o al limite de nuestra imaginación. Tiene muchas frases subrayables y creo que logra evitar bastante bien cualquier toque romántico.
Saer es un gran observador de la naturaleza lo que normalmente juega a su favor, pero tengo que admitir que me aburre también un poco su repetitividad; la reflexión final del libro no me gustó mucho, pero sin embargo concluyo con la convicción de haber leído una novela notable y de un carácter muy original.








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