Me dijeron que era lo más potente desde
Los detectives salvajes de Bolaño.
Vivir Abajo es un pedazo de novela,
si se compara con Bolaño
imagino que sea por su extensión y su consciencia latinoamericana o
migrante en general, aunque las novelas de los dos autores no tengan
demasiado que ver, yo. Pero creo que sí, Vivir Abajo, podría tener un impacto comparable a la antedicha. Esta novela brilla sobre todo entre el montón de m**** que estuve leyendo últimamente. Es lo mejor que me cayó en mis manos desde hace mucho (competiendo quizás con
Andrés Neuman - El viajero del siglo (2009) y
Pedro Mairal - El año del desierto (2005) pero no son comparables, esto aquí tiene mucho más densidad de información, historias diferentes que se cruzan y entrelazan, más información histórica, es mucho más complejo a nivel narrativo, en fin,
dudo que sean comparaciones que tengan
sentido).
Es una novela de 640
paginas bien estructurada y también de cierta forma circular, o
espiral, que vuelve sobre los mismos personajes que parecen
muchísimas pero al final no son tantos, y cierra sus historias que
están todas conectadas, hasta donde es posible, porque son historias
subjetivas y historias reconstruidas. Es un libro que
se lee rápido y fácilmente si no fuera por su duro contenido
temático que pesa sobre el corazón y hasta me llegó a causar pesadillas en las que me preguntaba si era un asesino justo o no y si tenía que huir o si me entregaba.
Trata de la locura,
la ajena y la congénita, la recuperación de pasados, la violencia
domestica y la institucional, de difíciles relaciones de padres e
hijos, la venganza, de
cine y poesía, y de historia y política. De lo privado a lo
público, es difícil de decir donde termina un asunto y comienza
otro.
No hay simplemente buenos
y malos, es la historia de una la longa cadena de venganzas, que
claro está, eso nos enseñan las novelas
policiales más baratas, nunca son justas, nunca resuelven
nada, se complejifican en grado cada vez más,
aunque para disfrutar el libro lo mejor es eso, descubrir de atrás
para adelante, a través de una reconstrucción, los hechos y los
posibles motivos de tales venganzas.
Hay muchas formas de
locura, y muchas de ellas surgen a partir de traumas sufridas. Entre
todo esto encontramos dos imágenes recurrentes de la locura: La
del cuadro de la extracción de
piedra de la locura de los cuadros
renacentistas holandeses y la del cine herzogiano. Qué
imagen podría representar mejor que Klaus Kinsky en las películas de
Werner Herzog?
La galería de personajes y los argumentos de novelas
esbozadas dentro del libro y los cuentos y anécdotas contados por
personajes son tantos y tan variopintos que se merecen una mención
especial. Cuánta imaginación, hombre!
Como el autor
explica en las entrevistas, el titulo viene de una novela de Fogwill,
Vivir afuera.
Reseñada
acá. También refiere a:
Vivir abajo, en
manicomios y cárceles. Vivir abajo, en Latinoamérica. Vivir abajo, en la
sombra del padre.
Está divida en las siguientes partes:
I. La piedra de la locura, situada en el Perú
II. La salud de Mrs. Richards, situada en Estados Unidos
III. Puentes fragilmente construidos, situada en Paraguay, Argentina y Chile
IV. Las reapariciones, por todos los anteriores lados
(Respeto a la extensión, no me parece excesiva, excepto por la cuarta parte que diría que se podría haber recortado bastante. A lo mejor otros lectores me contradicen ahí. También me parece algo un poquito forzado que cada personaje recibiera
su doble. La novela ya estaba muy muy buena sin ese juego.)