Tengo que explicar que elijo mis lecturas un poco al azar, a veces me gusta que sea diferente, corto (para contrarias un cierto bloqueo de concentración que me ataca de tiempo en tiempo), un autor desconocido, o me atrae una portada bonita. De esta manera casi siempre me decepciono un poco, pero a veces me llevo sorpresas agradables.
El libro (Anagrama) lleva una cinta que reza “VITAL, VISCERAL Y SEXUAL. LAS ANDANZAS DE UN ESCRITOR CARIBEÑO POR LA VIEJA EUROPA”. La contratapa de Anagrama nunca leo por completo porque revela demasiado.
El truco de prometer sexo y luego no darlo como para dejar el lector insatisfecho volviendo paginas porque el texto va del tirón sin divisiones, no me parece muy logrado tampoco. Tampoco me parece muy vital ni visceral. Sí que presencia alguna violencia, sí que se confronta con vidas (amigos y conocidos y los amigos de ellos) que se van o que se fueran o cambiaron de rumbo radicalmente, pero no se detiene a saborear nada de esto. Siempre a lo siguiente, a lo siguiente. Sí que hay sexo, pero no hay detalles, en realidad la tirita debería decir algo como esto:
Aterrado en Madrid, celebre pero polémico, un autor con ego grande pero humilde a su manera, con algún éxito pero nunca salido de pobre, en modo ahorrar, combina la gira de presentación de su libro con unas vacaciones por Europa. Viene a pasarla bien, visitando amigos y sitios e intentando no prostituirse para los medios de comunicación que intentan promocionarlo y montar espectáculos. Un libro sobre “la soledad de vivir “al límite”” ser marchito tropical en el invierno europeo y tener la polla muy grande.
Para la primera parte tengo que admitir que era mejor de que pensaba, se lee muy rápido, lleva un ritmo agradable. El autor mezcla recuerdos de su infancia en Cuba, reflexiones sobre su presente en Europa con historias de los personajes con los que se cruza, de los que le cuentan, de los que se recuerda, todo bastante dispar, ricos pobres, miserias, golpes de suerte, decepciones y enamoramientos. Describe la sensación de emigrante que con el tiempo no se siente completamente en casa ya ni en su país de origen ni en el de llegada.
Lo que no me gusta mucho son los aires de auto-ficción y hacerse un personaje detestable, aunque no tenga nada de auto-descripción de “verdad”, sea aunque él autor se inventó todo, tan solo por nombre, edad y lugar de nacimiento el protagonista que también es escritor, se parece al autor cuya foto nos sonríe en la solapa de la portada. Además escribe en primera persona. Me parece una moda un tanto forzada, de autores que tienen poco material para su quinta o sexta o no sé cuanta novela y con esta receta sacan una que encaja en las modas literarias del tiempo.
Porque es eso, no es que “escriba mal”, los pasajes sobre su infancia en Cuba son las que más me gustaron. Algunas reflexiones me gustaron, pero nada tan llevado adelante que lo subrayaría o lo transcribiría.
Las novelas sobre el autor que no consigue escribir me suelen aburrir, salvo que indaguen más a fondo. Esta es bastante llevadera, la leí del tirón, aunque sí es verdad que le falta substancia, cada personaje tiene dos páginas y a la siguiente.
Eso de “casi todos los autores terminan borrachos y yo no puedo llegar a terminar un día sin terminar una botella de whisky”, “aprendí que lo mío es ni la vida urbana hiper-social ni la estar isolado en el campo”, “me encanta observar gente y escribir diario, de eso podría escribir una novela“, y también “no tenían preservativos de mi talla”, comentarios sobre su potencia en la cama, sus erecciones matinales.. estas cosas insulsas y repetidas muchas veces (en esta novela, pero supongo que cansa también porque ya es muy masticadas).
A pesar de todo, no descarto que este autor tenga otras novelas que me puedan gustar.
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