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19 abril, 2020

Fernanda Melchor – Temporada de huracanes (2017)

- lecturas en tiempos de pandemia –

La historia, que son varias historias relacionadas, porque no hay un protagonista, en la que conocer un personaje le ayuda a conocer al siguiente que nos presenta la autora, se sitúa en México, en los cañaverales cerca de la costa.
El pueblo de La Matosa, cerca de una ruta que conecta nuevos pozos de petróleo con la ciudad, es un pueblo medio pantanoso, donde se sobrevive gracias a las changas, o chambas en mexicano, informales que los chicos y chicas consiguen ofreciendo servicios varios a la gente (a los pinches rucos babosos) que pasa por la ruta.
Todo el desmadre, el diablo, brujerías, embarazos no deseados, accidentes de tránsito y catástrofes naturales que envuelve a la Bruja, Doña Tina, Maurilio, Luismi, Yesena, Brando hace con que nadie sabe ya como diferenciar los chismes de la verdad y en quien confiar.
En el centro está el personaje de la Bruja – personaje que como suele suceder es nunca solamente Bruja sino salvadora de almas, compañera de vicios, abortera, remendadora de males variados y al fin y al cabo chivo expiatorio del pueblo.
Es un libro muy duro, describe estos ambientes que sabemos que existen pero que ocurren en círculos a los que nosotros lectores de clase media urbana, no tenemos acceso. Cada vez que escuchamos de un crimen violento nos hace muy difícil ponernos en lugar de los cercanos de la victima o del agresor y entender o vislumbrar como se ha podido llegar a algo así. Es un pueblo en el que la mayoría de las relaciones de familia son fatales, se ahogan de celos, de dependencia, de obligación o rencor. Los chamacos - los chicos aguantan a base de chelas, mota, perico, pastillas, y tripis. También matan el tiempo con sexo, a veces por amor, por ganas, pero más veces por dinero o en cambio de drogas.
A mi me agradó mucho la estructura de Fernanda Melchior, escribe casi sin punto ni coma pero sin crear caos ni confusión, lo justo para impactar con la torrente de circunstancias, de privaciones y carencias que corroen con uno, de malinterpretaciones del amor y desvíos de la pasión, como escrito en un aliento. Y deja algunas dudas, de si la Bruja era mujer o hombre, por ejemplo. Son realmente angustiantes las manadas de hombres y mujeres de La Matosa. Y casi todos meros niños. Enfocando en varios personajes de cerca, aunque siempre en narrador de tercera persona, poco a poco da luz a la trama imbricada cuyo desenlace – la muerte de la Bruja - se conoce desde la primera página, pero cuyo quien y porque nos mantiene en vilo hasta el final. Sin efectos especiales ni extravagancias.
A mi me gustó mucho. Me parece un formato hoy día no tan frecuente – no es la novela negra de ambientada en lugares nuevos de receta, ni la novelita enfocada en minorías étnicas o grupos sociales desfavorecidas producida para los hippies nuevos lectores simpatizantes de cultura queer/neofeminista – o quizás sí se podría etiquetar de eso, pero en todo caso está muy bien hecho, la historia vive por más allá de su estructura. Los personajes tienen substancia, se describe un milieu social cuya reproducción social está a la vista, lo comprendemos, sentimos la tensión que hace con que los personajes no pueden escapar de su rol, y Melchior no se muerde la lengua.

11 marzo, 2019

Mario Bellatin - Salón de Belleza (1994)


Libro que me produce curiosidad hace mucho tiempo. Ahora aproveché una época de auto-indulgencia y me lo compré a precio de nuevo. Y había evitado leer sobre este libro, para sorprenderme, sin embargo, naturalmente de vez en cuando lo vi comentado. Cuando llegó y vi que tenía tan pocas paginas me desilusioné un poco, podría ser un cuento, 90 páginas, de esas páginas con letra grande y medio vacías. Pero como el texto de las primeras páginas prometió, y porque me parece ser un clásico de la literatura latino-americana de los 90, si eso ya se puede decir, resolví darle una oportunidad plena.

Y bueno, es sobre un salón de belleza que se transforma en un lugar semi-público para morir. Semi porque es sin lo bueno de publico (reconocimiento, financiamiento) pero sin ser por completo privado, como los lugares adonde van los que son obligados de vivir su sexualidad (deviante de la norma) en lugares semi-públicos, separados de otros lugares, ocultos. Con eso ya conté todo.

Es una historia que habla de la animalidad de los cuerpos, despojados de su salud y en muchos casos de los derechos de ciudadania o de tener dinero, en el medio de una gran ciudad sin nombre en cuyo centro la estatua de algún héroe patrio está ahuecada.

Lo del Moridero me acordó de Desbarrancadero de Fernando Vallejo, donde se trata el tema de la muerte y de las excluciones por preferencia sexual de una manera más desarrollada aunque tambioén con tantos insultos, maldiciones y coloquialismos que queda difícil de leer. Lo de los peces que decoran el Salón de Belleza y que se devoran unos a los otros, me acordó de de Bajo este sol tremendo de Carlos Busqued donde el protagonista también se consigue un ajolote.
Me gustó, aunque se me creó una espectativa muy grande. 

29 diciembre, 2018

Afonso Reis Cabral - Pão de Açúcar (2018)



Para que yo gaste el precio de una novela nueva tiene que pasar algo especial. Deben de haber pasado años que no hago eso. Pero Afonso Reis Cabral es dueño de mi confianza ciega. Creo que pagaría por cualquier cosa escrita por él (o casi). Me lo compré a mí para Navidad ni bien supe de su existencia.

La novela tiene temática policial, en el sentido de que intenta comprender como unos jóvenes se tornaron culpables de un crimen, narrado desde perspectiva de uno de ellos con el truco narrativo de una nota antepuesta en la que el autor explica que reconstruyó la historia a partir de los apuntes que Rafa le entregó y que podemos tomar como real o ficcional, lo mismo da. Los hechos básicos que se narran - la muerte de un travesti por las manos de un grupo de niños en un edificio en ruinas en el centro del Porto- transcurrieron en realidad, en invierno de 2006, solo que no se sabe bien como se llegó a este punto ni como podría ser el punto de vista de los participantes, podemos decir que se trata de docu-ficción.

En comparación con el anterior, este libro me parece más seco, no necesariamente frío, pero más light (apesar del tema pesada) que O meu irmão. Es muy lírico, también, pero menos apurado, fluye menos, para mi gusto le falta madurar al libro, quizás el autor debería dejarlo un tiempo largo y después afinarlo, pero ta, ya fue. ((No me gusta mucha la editorial leya, además la capa e parece fea)).

La parte de ponerse en los zapatos de un nene de doce años que vive en un instituto que recoge órfanos y niños de familias "de mierda" me parece muy lograda. Se siente como deben sentirse Rafa, Samuel y Nélson, aprendiendo distinguir entre amor, afectos, celos y lealtades, con la grande carga de tener que hacerse responsable de vivir, de crecer antes de tiempo. No viven en la burbuja protectora de la infancia, y no más se tienen unos a los otros para protegerse. Rafa, el narrador, es muy reflexivo, muy consciente de su soledad y muchas veces quiere reaccionar de otra manera, pero le salen gestos de odio y se ve obligado a probar y mostrar su potencia "masculina". Da a entender que muchas semi-culpas (y también negligencias por parte de los adultos encargados) juntas montan una culpa gigante (en última instancia hasta el dueño del café que les sirve alcohol tendrá aportado su grando de arena). Y da a entender que la ciudad alberga "zonas sucias" como los niños los llaman en que poden acontecer cosas atroces sin nadie dar por eso.
Al final, me gustó un poco menos de lo esperado, sobre todo encontré menos frases que me provocaron la urgencia de apuntarlas.

Se me ocurren algunos puntos criticables, aunque me parece un poco arrogante decir esto siendo que nunca logré escribir una página, pero también creo que cada opinión de lector es válida: entonces, podría no repetir tantas veces que Vila Galé es un edificio alto, podría hacer algo más de la história personal de Gi, darle algo más de personalidad y evitar que la tensión de la novela afloje en el medio (de hecho el lector solo mantiene el hilo gracias a una escena de sexo), igual así al muy "enchavascado" Fábio,dos años ás viejo y líder del ramo más violento del grupete, podría ofrecer una explicación de porque en las crónicas de noticias (agregadas al final) se habla de trece niños, pero en el libro habla apenas de seis. 
Su gran fuerte está no solo en el drama interior del personaje principal sino también en las observaciones pasajeras como hechas al acaso, el viejo que con dedicación descarga su amor y su poder en las palomas excluyendo una de sus dádivas de migajas y al final de su ritual mandando todas a alejarse violentamente o en las conversas de los nenes sobre qué es algo bonito, sus rutinas y como se aprecian y cuidan entre si. 

A pesar de estos reclamos me sigue gustando y con certeza voy a leer también sus próximas novelas. Recomiendo su lectura a quien se quiere acercar al tema o al autor y no tenga tantas espectativas.

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