Me
resultó ser una lectura más
enganchante que cualquier novela policial nórdica. Kolker
cuenta la historia de la
familia Galvin, una familia
con 12 hijos, de los que seis fueron
diagnosticados con esquizofrenia
como jóvenes adultos. A la
vez cuenta -
más o menos en capítulos
que se alternan - la
historia de la psiquiatría
o investigación psiquiátrica
del siglo XX en los
Estados unidos
en asuntos de esquizofrenia.
Como debe ser, el
libro cuenta con notas,
indice de palabras llave y fuentes bibliográficas. No
es una novela, es “narrative
non-fiction”. Fue
elegido para el “Opras
book club” y está en la
lista de los New York Times best books of 2020. Esta edición
viene ilustrada con fotos de la familia.
[Espero
reproducir la información sin equívocos, ya que lo leí hace ya
unos meses y no tomé notas. Esto es lo que se me quedó:]
Está
escrito maravillosamente, el
autor logra no perder el hilo con la historia personal de los
doce hermanos, sus padres y
abuelos y resaltar su individualidad, no centrarse en un punto
de vista. Se
basa en miles de horas de
entrevistas. Sobresale
quizás la perspectiva de la hija más joven, Lindsay, que con
un compromiso e
empatía incansables
intentó siempre
ayudar donde podía a su hermanos enfermos y su madre anciana.
Aplicando
la multiperspectividad logra
que se comprende mejor esta
historia que podría parecer inverosímil y
cruel y que ciertamente es
cruel y un tanto difícil de creer.
Ya la parte de la
juventud de los padres se lee sin respirar, moviéndose por miles de
kilómetros, por todo Estados Unidos y también otros países,
por promesas de trabajo, participando en la guerra, teniendo hijos y
estando separados, todo eso con apenas veinte años, comprendemos
lo que formó los caracteres de los personajes.
Están
Don, que se convierte en
patriarca, Mimi,
la que podemos llamar
matriarca, sus diez
hijjos y dos hijas. En los
primeros años viven una
vida de sueño americano de
posguerra durante el
babyboom, diría que clase
media alta. Don trabaja en
la Navy, luego en la Army. Aunque los militares se
niegan de financiarle los estudios
como seria su deseo, le
proponen puestos cada vez más prestigiosos, y bien remunerados. Se
instalan junto a la Air
Force Academy in
Colorado. La madre pinta,
organiza la casa, cocina y educa a sus hijos sin jamás recurrir a
niñeras. Domestican y entrenan a falcones.
Luego el padre trabaja en la
Rocky Mountains Federation.
Los hijos todos son
talentosos, algunos se hacen
estrellas de football
y hockey
en la
high school. Otros
se hicieron
hippies convencidos
(es la época),
exitosos músicos
y las chicas
artistas
visuales.
Poco a poco la
suerte se inclina, y los
chicos enferman. Los síntomas no son siempre claros y pueden variar
mucho en los individuos.
Hay violencia
y abuso
sexual y no quiero espoilear
pero creo que se puede mencionar que también ocurren asesinatos y
suicidios. Los
padres tienen que elegir entre acompañamientos privados y consultas
y o internamientos en hospitales públicos. Decisiones difíciles que
requieren no solo dinero si no también una disposición fiera de
ponerse a la altura de la ciencia para poder decidir de
manera responsable. Así la
familia llegó a colaborar con su información personal, sus
historias clínicas y su información biológica (ADN).
Para algunos de los hermanos
esta situación también significó ir a colegios privados y vivir
unos años con unos amigos de los padres que se hicieron muy ricos
cuando el boom de petroleo, cosa que para un niño es una incisión
en su vida bastante grande, como nos cuenta Kolker en detalle.
Kolker intenta
abordar todas
las preguntas que se hacen obvias, por
que tuvieron
tantos hijos?
Hicieron
la decisión correcta para un posible tratamiento?
Qué
se sabe hoy en día sobre esta enfermedad?
Como
afecta la enfermedad a los hermanos sanos y
porque los padres no hicieron más por ellos?
De
hecho, para las que aun no tenemos hijos, la novela
puede
dar
miedo, tantos riesgos hay
de hacer algo malo, de criar traumas y problemas de personalidad,
también
riesgos biológicos, la probabilidad de sufrir de un tipo de
esquizofrenia – aún la definición y clasificación no permite un
diagnostico cien por ciento seguro, se habla hoy
en día de
un espectro o síndrome con amplia
variedad
de posibles manifestaciones y síntomas – es estimada en un un por
ciento, o sea que uno en cien personas ya sufrió uno
o más episodios de
delirio o alucinación.
La verdad es que no se sabe mucho aún, aunque desde
los años cincuenta del siglo pasado ha habido progresos decisivos.
La esquizofrenia viene a representar la locura casi por antonomasia.
Es considerada la enfermedad clave en psiquiatría, paradigma porque
reúne todos los síntomas posibles, más notablemente la perdida del
yo, el desvinculo con la realidad. Las victimas son muy
vulnerables, hasta viven con miedo
a si
mismos. Kolker
explica como en los
años 1960
y 1970 dominaba la idea (en
la ciencia!) de la
“esquizofrenetic mother”
(Fromm Reichmann),
o sea echaban la culpa a la
madre de los hijos afectados; se refiere a una manera de educar
excesivamente fría y autoritaria.
Después hubo el
movimiento anti-psiquiatría
que venia a negar el
carácter de enfermedad y establecer la “locura” como signo de
carácter de la persona artística y sensible.
Kolker nos guiá mencionando
los pensadores claves, desde
Freud a
Goffman, Guattari y Deleuze.
La familia visitaba
a menudo el National
Institute of
Mental Health y fue
ontactado por diferentes investigadores.
Se entiende que ya
los
menores
pequeños avances
en la ciencia crían esperanza y hacen la vida mejor. Muy
interesante me pareció por ejemplo el
“Test
del
Doble Click”. Consiste
en hacer sonar dos clicks en un intervalo relativamente breve y medir
los corrientes de cerebro del que las escucha. En las personas
“normales” el segundo click causa un grafico mucho menos intenso
que el primero porque el cerebro no tiene que procesar toda la
información desde cero, no nos asustamos igual con dos veces el
mismo ruido, el cerebro tiene filtros para diferenciar ruidos de
fondo de información importante. Estos filtros no funcionan igual en
cada persona. El test
no puede identificar una persona como enferma de esquizofrenia porque
hay casos en que no funciona, pero el numero de coincidencias
es tan alto que da un indicio importante en
una evaluación del paciente,
en el
momento de
su descubrimiento
también sirvió como impulso para avanzar en nuevas direcciones de
investigación. Otro
dato interesante es el rol que parece jugar el tabaco en el cerebro
de afectados de esta enfermedad/síndrome.
Hoy en día (cuando
se publicó el libro) el
debate nurture/nature se considera ganado por la naturaleza, esto es
se reconoce que hay estresores
que pueden favorecer,
desencadenar o acelerar un brote esquizofrenico, o sea que hay
influencias de la parte de educación, socialización, por ejemplo
experiencias traumáticas (“nurture”), pero
genética juega una parte
decisiva. No se hereda linealmente de padres a hijos sino que salta
generaciones, los hombres
tienen más
probabilidad de portar el
gen o de activarlo que las mujeres., Foucault,
etc.
En resumen, para mi fue una lectura revelador,
emocionante e informativo. La recomiendo firmemente! Me encantaría
conocer a los nietos de la familia!